martes, 21 de abril de 2009

"Sé pocas cosas, pero todas tienen que ver con amar y ser amado. Con respetarse, y aceptarse. Ninguna de ellas tiene que ver con someterse, si no con aprender y tolerar. ¿Será que amar no se trata de fundirse y perderse en el otro? ¿Será que se trata de dos individuos que crecen juntos? Aceptar al otro es tenerle fé. Respetar sus tiempos, sus espacios, entender sus silencios, y esperar sus señales. Para aceptar, primero hay que conocer lo que se ve del otro, y lo que no se ve. Y así puedo decir, 'te conozco, y porque te conozco te elijo, y porque te elijo, te acepto, y porque me aceptas soy feliz'. También acepto la sorpresa, porque siendo dos, al volver a casa ya no encontraré todo como lo deje. Habrá otro, con su mundo. Un mundo que engrandece el mío. Hay que saber cual es el debe y el haber. Aceptar al otro es aceptar lo mejor de nosotros mismos. Porque quien nos elige nos devuelve puro amor. Amor por amor. Y a semejante amor, por supuesto, le digo 'Si, acepto'."

No hay comentarios:

Publicar un comentario